Alexia Ashford es un personaje ficticio de la serie videojuegos de Capcom Resident Evil. Hizo su primera aparición en Resident Evil Code: Veronica, y posteriormente en Resident Evil: The Darkside Chronicles en la parte que corresponde al resumen —ligeramente alterado— de ese videojuego.
Es la matriarca de la última generación de los Ashford (hecho que se decide por haber nacido primero). Su abuelo, Edward Ashford, fue uno de los fundadores de la Corporación Umbrella. Tanto ella como su hermano se caracterizan por su pomposidad, sintiéndose superiores al resto de la gente y por encima de cualquier ideología.
Alexander Ashford, su padre, la consideró como la perfecta reencarnación de Veronica, la fundadora de la familia Ashford. Ella y su hermano Alfred nacieron como fruto de una combinación de genes de su antepasada en cigotos implantados en una madre de alquiler. Como resultado, ella y su hermano gemelo nacieron con un alto coeficiente intelectual superior a la media. Aunque Alexia parecía tener una capacidad superior a la de su hermano Alfred; era tan alta, que incluso a los diez años podía competir con el científico fuera de serie como William Birkin (creador del G-Virus, que aparece en Resident Evil 2). Por su parte, Alexia y Alfred consideraron una vergüenza el hecho de ser experimentos de su padre y lo odiaron por ello hasta el punto de usarlo en sus experimentos sin ningún remordimiento.
A los 10 años se graduó en una prestigiosa universidad y comenzó a trabajar en la Corporación Umbrella. En sus investigaciones descubrió un virus arcaico en los genes de una hormiga reina, que combinado con el T-Virus formó una nueva y poderosa cepa del virus al que llamaría T-Veronica. Su ambición y planes de dominio la condujo a inyectárselo y permanecer en hibernación durante 15 años, sin más seguro que su querido hermano Alfred Ashford, que velaría por su seguridad.
La hibernación era necesaria porque el virus degeneraba las células cerebrales (el cerebro de su padre acabó muy deteriorado) por la mutación acelerada, pero encontró una solución química que la protegería; no obstante, ralentizaría el proceso un lustro, per sus poderes serían aún mayores luego de asimilar el virus.
Alexia fue tomando las capacidades del virus, no solamente físicas, sino también mentales, por lo que pudo contactar y actuar en el exterior por una especie de conexión mental con su hermano Alfred, de modo que pudo a través de él seguir sus investigaciones y vivir en el mundo (desarrollar su gusto estético, etc.), pero sin su cuerpo original nunca se dejaba ver, aunque Alfred la mantenía informada.
Notando el dolor y la proximidad del único hombre que consideraba digno de ella, salió de su letargo una vez estuvo lista desactivando el proceso con sus poderes psíquicos. Aunque en un principio imperturbable, luego envistió con rudeza contra Steve Burnside y Claire Redfield, responsables de su muerte, a los que detectó mentalmente y capturó enseguida para usarlos como cobayas.
El virus T-Veronica tenía como nueva virtud: producía mutaciones controlables y reversibles a gusto de la mente del individuo portador. Dotaba de grandes poderes en un espacio reducido (al contrario que el T-Virus, que daba resultados gigantescos, o el G-Virus, que producía un crecimiento en masa continuo). Además de no deteriorar el tejido cerebral de Alexia por la solución que ella misma había obtenido, el virus la dotó de grandes poderes psíquicos, con los que contactaba con su hermano, localizaba a gente en las proximidades y controlaba animales como la araña gigante o las hormigas infectadas del gran nido. Alexia lo describía con un potencial ilimitado en sus notas de investigación. Este virus se basó en el T-Virus combinado con un virus arcaico encontrado en una hormiga reina.
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