5 dic 2010

Excella Gionne

Los Gionne son una familia muy respetada y conocida en toda Europa debido a sus prósperos negocios de importación y exportación. Su prodigiosa belleza y educación aristocrática la convierten en una mujer altiva, particularmente con los hombres.

Dotada de una notable inteligencia y del olfato empresarial de su padre, Excella supera sin complicaciones los estudios secundarios y, a muy temprana edad, ingresa en la universidad, donde se especializa en ingeniería genética. Su abuela Virginia Gionne pertenece a la familia Travis, fundadores de Tricell, lo que convierte a Excella en descendiente de un célebre y noble linaje.

Con solo 18 años, Excella entró en la División Farmacéutica de Tricell, pero los Gionne seguían a la sombra de los Travis, Excella solo recibió un equipo de investigación lo cual lo tomó como un acto de menosprecio. Pero Albert Wesker se acercó a ella, Wesker se interesó por ella por su inteligencia y arrogante carácter. Con la información y tecnología facilitados por Wesker, consiguió importantes avances dentro de la División de Armas Biológicas de Tricell. En un giro tan inesperado como beneficioso, Umbrella, la empresa líder del mercado farmacéutico entró en quiebra y Tricell se convirtió en la empresa líder del sector.

Gracias a los esfuerzos de Excella, pronto ingresó en el Alto Mando de Tricell, Excella consiguió el puesto de presidenta de Tricell África, todo estaba saliendo según los planes de Wesker.

Wesker utilizó a Excella y las instalaciones de Tricell África para desarrollar su virus Uroboros. Excella comenzó a ayudar a Wesker en sus investigaciones y contrató a Ricardo Irving para vender armas biológicas y así conseguir fondos para las investigaciones sobre Uroboros. Conforme se acercaba más y más al desarrollo total de Uroboros, Excella comenzó a sentirse la Reina del nuevo orden mundial. Desgraciadamente para ella, Wesker le inoculó el virus Uroboros y ella se transformó en una criatura llamada Uroboros Aheri, la cual fue destruida por Chris Redfield y Sheva Alomar.

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